La crisis y los recortes que la Dirección General de Tráfico quiere aplicar a su presupuestos para el próximo año van a dar al traste con los planes de la Jefatura Provincial de Tráfico. Al menos con la de instalar en nuestras carreteras 33 nuevos radares fijos para controlar el amor por la velocidad de los conductores imprudentes.
La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto comenzar a sancionar a primeros del año próximo a los conductores que sean detectados a más velocidad de la permitida en los denominados 'radares de tramo', unos sistemas que permiten medir la velocidad media de un vehículo en un determinado tramo de la vía.